Escapada bipolar con el Costillo
Cualquier persona como yo, con una dilatada trayectoria de tendencia agorera, ante un viajecito informal de fin de semana se comportará tan nerviosa y dubitativa como si fuese a emprender la migración del tiburón ballena, quien se desplaza de México a África para poder reproducirse. En absoluto envidio a ese tiburón. Prefiero desconocer el estrés de preparar la maleta para un viaje como ese. Y es que África engaña. Que parece que hace calor pero luego tienes que llenar la bolsa de porsiacasos. Yo no hice un periplo de 16.000 kilómetros como el tiburón ballena; sino un trayecto de dos horas en coche, las suficientesLEER MÁS
