Mi test de inteligencia: premio Nobel a la vista.
Si una estuviese huérfana de complejos, todavía tendría su gracia estrenarse con alguno. Siempre dan vidilla a la existencia y te ayudan a montar pollos en casa; que creas o no, eso motiva a cualquier pareja: -¡Que te digo que tengo los ojos de sapo! -Que no, que los tienes muy bonitos. -¡Eso me lo dices por decir! -Que no, que salta a la vista. -¿No ves cómo saltan? ¡Eso es porque los tengo saltones! Buaaaaaa, soy feaaaa, soy feaaaa. Como veis, meneíto a la vida cotidiana sí que aportan. Sobre todo conmigo, que convierto un padrastro de una uña en una psicosis multidimensional. PorLEER MÁS
