Conversaciones de una parejita
Siempre me han llamado la atención esas parejas que no se hablan cuando están sentados en una cafetería. Él mira hacia un lado, ella mantiene los ojos en posición de pause hacia el infinito; ni se tocan, ni se miran, ni se hablan ni se rozan. Son dos menhires plantados allí mismo. Vaya por delante que, aun así, me erijo como la defensora superlativa del espacio individual en una pareja. Y es que un tú y un yo hacen un nosotros fantástico, pero un tú a lo tuyo y un yo a lo mío sientan estupendo cuando toca. Ahora bien, a partir del instante enLEER MÁS
